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Ya no estamos en alerta nivel rojo por lluvias y tormentas, pero el pueblo de El Campello se mantiene expectante ante la evolución de la climatología. Esta noche, a las 23:00 horas, si el tiempo no lo impide arrancarán las fiestas patronales de Moros y Cristianos con la lectura del pregón en la Plaza de la Iglesia. Al amanecer tendrá lugar uno de los actos más destacados de los festejos: el desembarco de las tropas moras en la playa, con posterior batalla de arcabucería y la primera de las embajadas.
Ayer por la tarde-noche, el alcalde Juanjo Berenguer emitió un nuevo decreto, señalando que la alerta roja pasaba a nivel naranja, que previsiblemente finalizará hoy hasta descender a nivel amarillo. Eso significa que, en ausencia de lluvias, los actos de las fiestas podrían desarrollarse sin problemas, aunque siempre con las precauciones, en función de los avisos meteorológicos que establezcan los organismos competentes.
Han sido unos días de incertidumbre y preocupación máximas. El primer edil ha convocado en varias ocasiones el CECOPAL para establecer medidas extraordinarias de protección civil, que incluían cierre de instalaciones públicas y restricciones de actividades al aire libre.
Las fuerzas de seguridad han redoblado esfuerzos. Tanto Policía Local como Guardia Civil, coordinados en todo momento, han movilizado a más efectivos en todos los turnos de trabajo y han dispuesto operativos de vigilancia y control especialmente en las zonas inundables del municipio, como río y barrancos.
Había riesgo real. El día 9 se registraron precipitaciones que alcanzaron los 96 litros por metro cuadrado, siendo El Campello la tercera localidad más afectada por las lluvias en la provincia de Alicante.
Según señalan fuentes policiales, se registraron algunos incidentes, que fueron controlados con rapidez, como el desprendimiento del mortero de una cornisa de un edificio sito en la calle Alcalde Oncina Ginés, que causó heridas superficiales a una mujer que caminaba en ese momento por el lugar, que fue atendida por los servicios sanitarios. Por indicación del arquitecto técnico municipal, la cornisa fue saneada, y ese tramo de calle quedó acotada en evitación de incidentes.
También en las escaleras de la calle Colón se registró hundimiento por la cantidad de agua caída, que ha sido igualmente acotado por orden del arquitecto técnico.
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