Comienza la restauración del órgano de la catedral de Orihuela

En la tarde de ayer tuvo lugar la presentación en la Catedral de Orihuela del proyecto de restauración del órgano barroco catedralicio, uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana. Se contó con la presencia e intervenciones del deán, José Antonio Gea, que estuvo acompañado por la comisión creada y el organero responsable de la restauración, Frédéric Desmottes. Con este acto se da comienzo a la primera fase de restauración en la que se ya se está procediendo estos días al desmontaje de esta pieza de gran valor artístico y patrimonial del siglo XVIII. Comenzando por la retirada, clasificación y correcto inventariado de los más de 3.000 tubos que conforman este órgano. El gran órgano barroco de la Catedral de Orihuela fue realizado por Nicolás Salanova y Martín Userralde en Valencia en 1733. Tiene más de 72 registros, cadereta y gran trompetería de batalla. Con este proyecto de restauración, el Cabildo de la Catedral pretende llevar a cabo una restauración histórica para la que se necesitarán cerca de 400.000 euros de los que la Generalitat Valenciana subvencionará los primeros 90.000. “Era urgente acometer cuanto antes esta restauración pues el deterioro aumenta con el paso de los años. Después de recabar la opinión de expertos organistas y organeros, todos ellos coinciden en subrayar la situación precaria en que se encuentra la mecánica y el propio instrumento así como la necesidad de una urgente restauración que evite el colapso del órgano” explicaba Ramón Cano, miembro de la comisión creada para este proyecto.

Por su parte, el organero responsable de la restauración, Frédéric Desmottes, explicaba que este proyecto llevará a cabo la “reconstrucción de los dos teclados, copiando las medidas de modelos originales de Salanova, la fabricación de nuevo de las varillas entre los teclados y las reducciones, la restauración de todos los mecanismos y tubería de metal y la reconstrucción de los fuelles y tubos de los registros desaparecidos”. Una vez realizados estos trabajos se recuperaría prácticamente la mecánica y la disposición del órgano construido por Salanova en el siglo XVIII, pero sin descartar aquellos registros del siglo XIX que podrían conservarse sin alterar el carácter y la originalidad de este valioso instrumento.“En vista de la gran maestría y calidad excepcional del órgano catedralicio, se va a realizar una restauración histórica con la que se va a proteger y dar de nuevo vida a nuestro patrimonio con el que, sin duda alguna, es el mejor de los órganos históricos de la provincia de Alicante” afirmaba el deán de la Catedral, José Antonio Gea.

Campaña “Apadrina un tubo”

Se pone en marcha además la campaña “Apadrina un tubo” prevista para recaudar los fondos necesarios para acometer este proyecto de gran envergadura que podría dilatarse en el tiempo un año. “Esta campaña reconocerá y difundirá públicamente a las entidades, instituciones y empresas que generosamente contribuyan a este fin, lo que posibilitará la utilización asidua del instrumento, no solo para la liturgia, sino también para conciertos y actividades culturales” culminaba el deán. La ciudad de Orihuela conserva la mayor parte de sus órganos históricos, significativamente aquellos construidos en el Barroco. Es, junto a Valencia, la ciudad que cuenta con los órganos más destacados en cuanto a sus dimensiones y cantidad de registros sonoros. El gran órgano barroco de la Catedral de Orihuela fue realizado por Nicolás Salanova y Martín Userralde en Valencia en el año 1733. Tiene 3.084 tubos, 72 registros, cadereta y gran trompetería de batalla.La caja del órgano es del oriolano Jacinto Perales. Se trata de una bella obra de talla y escultura de oro fino decorada con policromía. La caja es de grandes dimensiones, con cornisas clásicas y montantes ricamente ornamentados que constan de tres cuerpos. En la parte inferior se encuentran los mecanismos, teclados y el alojamiento de la Cadereta interior con sus correspondientes partes. A la espalda del organista se encuentra un órgano que recuerda el superior, de dimensiones reducidas, conocido como «Cadereta exterior» (por ir a las caderas del organista), que tiene tubería propia y comparte secretos con la Cadereta Interior.

En el cuerpo central, los montantes ordenan cinco grandes espacios (ventanas) donde van colocados los tubos del Flautado Mayor, y tres ventanas superiores con tubos decorativos (llamados, por eso mismo, canónigos). En el cuerpo superior, remate de la espléndida caja, encontramos tallas y figuras de ángeles músicos portando el escudo cuatribarrado de la Corona de Aragón. Aparecen otras tres ventanas que albergan tubería, con efecto puramente decorativo. Se trata de uno de los pocos órganos de Europa cuya parte inferior se encuentra pintada.A finales del siglo XIX se hicieron transformaciones para “romantizar” el instrumento. Así es como el órgano ha llegado hasta nuestros días. Dicha intervención, llevada a cabo por Rogel y Amezua, tenía como objetivo transformar el carácter y el sonido del órgano barroco para obtener un instrumento al gusto de la época y modernizar la consola. Los pocos medios utilizados y quizás también la falta de dinero redujo bastante la incidencia de esa intervención en el órgano y, gracias a eso, existe aún aproximadamente un 90% del material original. Actualmente este instrumento sigue sonando en la liturgia y otros actos de carácter concertístico, aunque con enormes deficiencias debido, principalmente, al mal estado de conservación de los secretos, pero también a otros factores como el polvo, el deterioro de los tubos de metal, la desaparición de algunos registros, los desajustes mecánicos, la insuficiencia de los fuelles para aportar el aire necesario a los tubos, etc. Hay tubos que no están en su lugar de origen y faltan algunos tubos que habría que fabricar siguiendo las mismas técnicas de fabricación que los originales. Además, el instrumento precisa una limpieza a fondo ya que contiene mucha suciedad, acumulada a lo largo de tantísimos años de historia.

OBJETIVOS Y CRITERIOS DE LA RESTAURACIÓN

Se hace urgente acometer cuanto antes la restauración pues el deterioro aumenta con el paso de los años. Cualquier cambio climatológico afecta de manera notable al instrumento hasta el punto de hacer imposible que suene en determinadas circunstancias, como se ha podido comprobar no solo en el uso litúrgico sino en la programación cultural que se lleva a cabo con este órgano histórico. Después de recabar verbalmente la opinión de expertos organistas y organeros, todos ellos coinciden en subrayar la situación precaria en que se encuentra la mecánica y el propio instrumento así como la necesidad de una urgente restauración que evite el colapso del órgano.El principal argumento para intentar realizar una restauración, devolviendo en la medida de lo posible la disposición del siglo XVIII, es la enorme cantidad de material original que tiene este magnífico instrumento. En efecto, sería más fácil enumerar lo que no es original que lo que sí lo es. Pero pensamos también que para hacer un buen trabajo de restauración es importante ser prudente y por lo tanto no descartar sistemáticamente el material no original de Salanova.

Por consiguiente, el programa de restauración global propuesto sería el siguiente:

– Reconstruir los dos teclados, copiando las medidas de modelos originales de Salanova (actualmente, la consola alberga un teclado propio de un piano, con las medidas y el estilo no adecuadas para un órgano tubular).

– Fabricar de nuevo las varillas entre los teclados y las reducciones.

– Restaurar los secretos.

– Restaurar todos los mecanismos.

– Restaurar toda la tubería de metal.

– Reconstruir cuatro fuelles.

– Reconstruir los tubos de los registros desaparecidos.

Una vez realizados estos trabajos se recuperaría prácticamente la mecánica y la disposición del órgano construido por Salanova en el siglo XVIII, pero sin descartar aquellos registros del siglo XIX que podrían conservarse sin alterar el carácter y la originalidad de este valioso instrumento. En vista de la gran maestría y calidad excepcional del órgano catedralicio, se podría realizar una «Restauración Histórica» y así contar entre nuestro patrimonio con el que, sin duda alguna, es el mejor de los órganos históricos de la provincia de Alicante

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